martes, 1 de marzo de 2016

Carta desde la octava trabajadera......


2006 - 2016: HIJOS DE LA PIEDAD
(10 años de la fundación de la cuadrilla de costaleros de la Stma. Virgen de la Piedad)

En 2005, ser costalero apenas era ya para mí una ilusión y un sueño, que empezaba a alejarse a paso de lluvia más y más cada año que pasaba. Desde que Enrique Ruiz Flores tallara a esa belleza cordobesa y Ella entrara en nuestras vidas en 1999, el poder portar a la Stma. Virgen de la Piedad de la manera que fuese, ya era para mi un sentimiento pleno. Pero en mi había un costalero. Y en el año 2006, el empeño de unos cuantos locos por su Bendita Madre rompió por completo las barreras, los miedos y los prejuicios y permitió que los hombres de trono de la Piedad, dejaran de ser un grupo de personas para ser parte de mi familia.

Puede que no todos estuvieran convencidos, unos pocos eran contrarios, pero cuando un viernes de la Cuaresma de 2006 por primera vez, esta familia se hizo la ropa, se metió debajo de la parihuela y puso los 4 zancos en el aire, todos supimos que el círculo estaba cerca de cerrarse. La Madre de Dios y sus hijos unidos para siempre gracias a ese trabajo callado y sufrido, en un intento de acercarse y entender lo que Ella pudo sentir.

Casi nada sabíamos al comienzo, y con ese poco conseguimos irnos a la calle el Viernes Santo de 2006 y regresar con ella sana y salva. Llevar a buen puerto nuestra primera salida a la calle fue un alivio y entonces si, cerró el circulo para siempre. Desde ese Viernes Santo, me sucede a diario una cosa que hasta entonces nunca había sentido. Cuando me encuentro por la calle un día cualquiera del año con un miembro de la cuadrilla y nos saludamos al cruzarnos, yo no se que pensará él, pero yo lo miro y veo a un hermano costalero y por un segundo en ese instante La Piedad se hace presente. Mi sentimiento es que nos saludamos porque nos conocemos, pero sobre todo porque somos Hermanos.

10 años pueden ser mucho según que cosas. Para una cuadrilla de costaleros formada en 2006 por 50 y pico chavales, 10 años es un suspiro. Lo tenemos casi todo por aprender y nunca perderemos eso de vista. Cada año aprendo o descubro algo que intento transmitir a los demás y estos a su vez a otros y este proceso en los años va dejando su poso y fraguando en el grupo, en un ciclo que nunca acaba ni acabará. La cuadrilla de la Stma. Virgen de la Piedad es y será siempre, porque ese es su espíritu, una cuadrilla autodidacta y en constante aprendizaje.

En estos 10 años, el grupo no ha dejado de crecer y renovarse, manteniendo un bloque muy grande desde sus inicios que ha sufrido una gran transformación en este periodo. De chavales a hombres. De estudiantes a trabajadores. De novios a maridos. Y de hijos a padres. Hermoso sin duda.

En mi caso en estos 10 años, he pasado por todas esas etapas, he sido estudiante, trabajador, me he casado y he sido padre. Y todo bajo el amparo de Ella. Ahora mi motivación es transmitir a mis dos hijos el amor y la devoción por la Stma. Virgen de la Piedad y por supuesto, forjar dos costaleros como la copa de un pino que me den el relevo. Seria un broche de oro para mi compartir trabajadera con ellos un Viernes Santo, y dejar paso a los nuevos Hijos de la Piedad.

Gracias Piedad por este sueño.

Miguel Flores Ramírez.
Costalero de 8ª trabajadera de la Reina de San Ramón.


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